Muchos hemos creído que las brujas son parte de relatos de magia, un mito que se diluye en la fantasía, en los cuentos para espantar a los niños y niñas, o que son personas dedicadas al esoterismo y a la magia, pero las brujas también fueron seres perseguidos por la sociedad porque dejaron de ser mujeres, o no nacieron siéndolo y atentaron contra el género femenino y la autoridad masculina, dejaban de ser mujeres o no eran mujeres (las obedientes) y empezaban a ser brujas o eran brujas(las transgresoras), en la edad media y un poco después, cuando todas las cosas de este mundo eran explicadas a través de la religión, de la magia y la superstición, los mitos, las leyendas y creencias populares, a las mujeres que eran diferentes, no cubría los cánones de feminidad o trasgredían al patriarcado se las llamaba brujas, con el auge de la medicina, desde el siglo de las luces hasta no hace poco tiempo, las brujas fueron llamadas locas, enfermas, histéricas.
Toda mujer es sospechosa, porque ser mujer significaba que un día podría transformarse en bruja, no solo las brujas son una amenaza, las mujeres (obedientes) también son una amenaza en potencia, son mujeres que un día podrían convertirse en brujas. Las brujas son seres que no quieren ser mujeres, no quieren ser esclavas y que no se enamoran de los hombres, no se enamoran de los machos, por eso creo que el término “bruja”, ya no es y debe ser un término denigrante, sino un término que rememora la violencia y la discriminación hacia las que actuaron fuera de la norma de ser mujer, pero es un término que reivindica las diferencias, las luchas, las divergencias, las críticas y alaga a quien lo porta, un término que propone un nuevo género que se aparta del femenino, que busca sus propias cualidades, sus propios valores, que transforma y quiere estar en constante cambio, un género inestable, amorfo, cambiante, un género brujeril.
Las brujas niegan ser un género, el femenino y subordinarse al otro, al masculino, son un género aparte, el género brujeril, confrontan esta sociedad dividida en dos géneros, binomio limitante y jerárquico de superioridad/inferioridad, que quiere encerrar el significado de todas los demás cosas, y las considera sin horizontalidad y diversidad, cree que solo existe el blanco y el negro, niega los matices de grises, los colores. Donde se nos imponen identidades y cualidades como valores, roles, creencias, emociones, actitudes e identidades, y sobre todo jerarquías.
Muchas mujeres insertadas en el género femenino tienen que ser pasivas, sumisas, emocionales, serviles, maternales, dóciles, débiles, bellas, obedientes, su razón de ser es vivir para otros, y su cuerpo debe ser expropiado por otros. Se ha pretendido tener cautivo al cuerpo de las mujeres en un claustro social de vigilancia y castigo, al grado de hacer creer que su cuerpo es su propia cárcel, llegar a creer que su cuerpo es el problema, su propio cuerpo es el que las aprisiona. Las que evidencian la falsedad de esta creencia y se salen de este carril se convierten en sospechosas, en locas, una amenaza, en unas brujas.
Hay algo muy perverso, a muchas mujeres se les enseña a enamorarse de ese modelo que aprisiona su cuerpo, lo encierra, lo anula, lo compra, lo vende, lo regala, lo tortura, las mujeres mismas muchas veces son quienes inician el suplicio, el linchamiento, al empezar a flagelarlo y torturarlo, matarlo de hambre, cortarlo en un quirófano con la finura del bisturí, modificarlo, mantenerlo quieto, al pendiente de todos, trabajando excesivamente, esclavizándolo, como si se cargara con una culpa sacrílega, de no ser la mujer esclava ideal, de no ser esa gran mujer sirvienta, sino solo un remedo de mujer, una mujer que pretende y desea serlo.
Pareciera que las mujeres deben sentirse un remedo, un molde de esclava mal hecho, con rebabas, con errores de fabrica que hay que remachar, ocultar y si es posible quitar, como si sus manos no hicieran lo suficiente y tuvieran que hacer mas y mas todo el tiempo para calmar la culpa de no ser la gran sierva, calmar los miedos. Muchas mujeres están vulneradas en sus pensamientos, sentimientos, en sus decisiones, en la cultura, en la economía, las leyes, y todo el tiempo están vigiladas, porque entre esas mujeres que se consideran pérfidas y poco confiables, se cree que pueden surgir disidentes, brujas, temibles, obscuras y misteriosas, es mejor acabar con todas sin preguntar, a veces ese es el pensamiento, primero actuar y luego investigar, he oído que en Cd. Juárez en el Estado de México, en Atenco o en cualquier otro lugar inhóspito, han aparecido mujeres violadas, torturadas y hasta aniquiladas, eso también me recuerda a unas mujeres: a Digna Ochoa, Marisela y a otra llamada Susana Chávez (¡Ni una muerta más!). En el ambiente se percibe el miedo a quelas mujeres dejen de serlo, se nieguen a serlo y se conviertan en brujas, a que se desencadenen las brujas de esos cuerpos, emerjan, se liberen, andan buscando brujas, quien sabe si han matado a alguna, pero las buscan, ya sean familiares, amigos, extraños y también otras mujeres, cómplices espectadoras, temerosas e impotentes, lo saben y callan, esas mismas mujeres si tuvieran una bruja en frente la destruirían.
Pero las brujas han decidido que esos lugares inhóspitos no los van a dejar de transitar ni de vivir porque saben que tienen derecho a estar, a ser y a existir, a ser personas también, son lugares que no eran inhóspitos, sino que los han hecho así, los han convertido en lugares inhóspitos para las mujeres y sobre todo para las brujas, las brujas tratarán de recuperar esos lares perdidos.
La consigna está que si logras atrapar a una bruja, a una de verdad, o por lo menos tenga o muestre las señas que indican que lo es, o está en proceso de transformación, en metamorfosis, esta tiene que ser castigada con más dureza, así lo dice el manual de la cultura, lo dice textualmente en sus creencias, Es necesario volver a esas brujas en mujeres, pero a la mala, las mujeres a la buena deben ser ocupadas como esposas, a la mala son propiedad de cualquiera, son violadas, las brujas a la buena o a la mala, deben ser tomadas, ultrajadas. Se hace necesario tratar de reconstruir esa silueta brujeril amorfa y movediza dentro del molde femenino establecido, volver a la bruja femenina, vulnerando su cuerpo, hacerle saber a la mala que ese cuerpo tiene una función, es la de ser ocupado y penetrado, por lo tanto correctivamente es violado y castigado. Mujeres que se atreven a opinar, diferir, a proponer, a defenderse han mostrado la marca de la bruja, deben ser rectificadas, castigadas y conducirlas por el camino de la rectitud, si es posible cuando apenas se están metamorfoseando, para servir como escarmiento e intimidación de las mujeres y brujas.
Y entonces lo más perverso es que a muchas mujeres se les ha enseñado a enamorarse de su agresor, su castigador, del estereotipo del hombre macho, hacerlo su confesor y redentor de su rebeldía, algunas mujeres cuando se enamoran de alguien particular, no solo se enamoran de sus singulares características, también se enamoran del modelo universal del macho, insertado en ese ser particular, la idea quimérica e intangible del hombre macho actúa de manera palpable y real a través del cuerpo de un hombre, la pregunta es ¿realimente nos enamoramos de esa persona, o de lo que representa? Otra pregunta sería ¿Qué tanto nos enamoramos de esa persona particular y que tanto nos enamoramos del estereotipo insertado en ella, que pesa más?
Las brujas se ríen de las trampas de un juego arreglado para nunca ganar y no volverse bruja, dos grandes papeles que la cultura le ha impuesto a las mujeres, el maternal y erótico:
En el cuerpo de las mujeres el erotismo debe existir para complacer a otros, pasa de preparar su cuerpo como un hermoso regalo, arreglarlo, gastando su salud, tiempo, dinero, sus emociones, su autoestima y sus esfuerzos para lograr servir eróticamente, imponiendo la belleza como atributo inherente a las mujeres, la cual deben cubrir cabalmente para ser persona con valor o mayor valor, o se impone cubrir todo el cuerpo con una burka, el bikini en un cuerpo estilizado o la burka en un cuerpo a veces con genitales mutilados para privarlo del placer, esto es violencia erótica tanto como la violación, la mutilación de genitales, la ablación y el acoso sexual, que constantemente le recuerda a las mujeres cual es su lugar, su rol erótico y su valor, para que están, para que sirve y a quien sirven.
también así, el cuerpo de las mujeres se considera un cuerpo materno, que al estar gestando, su maternidad, no termina cuando pare y lacta, sino que la maternidad (biológica)se extiende al rol del maternaje exclusivo en las mujeres, la responsabilidad materna no se comparte de manera equitativa con los hombres, ni con la sociedad, las mujeres se convierten en madres y padres, o sea, cuidadoras y proveedoras, y los hombres en padres, solo proveedores, pero el maternaje no solo es hacia los hijos, el cuerpo de las mujeres extiende sus cuidados maternales por obligación de género hacia los hermanos, padres, enfermos, esposo y profesiones maternales como la enfermera, educadora, secretaria, trabajadora doméstica, costurera, cocinera, etc., el cuerpo de las mujeres es un cuerpo materno para todos, para cuidar a todos, para servir a todos, el maternaje se considera una obligación natural en la mujer, no se considera como trabajo, por lo tanto se vuelve un trabajo invisible.
Así, las mujeres siempre y todo el tiempo trabajando, las mujeres desgastan su cuerpo, su salud física y emocional, al dedicar tiempo y esfuerzo a trabajar para vivir (trabajo remunerado), trabajar para cuidar a todos (trabajo doméstico) y trabajar en su cuerpo para agradar a los demás (trabajo de embellecimiento) todo es trabajo invisible, sin derecho al tiempo libre para sí mismas, para explorar, para pensarse, sentirse, construirse.
En y sobre el cuerpo de las mujeres siempre se gesta una guerra, que si se usa burka, bikini o se penaliza el aborto, para estar siempre decidiendo sobre su cuerpo, con el fin de tenerlo controlado, sometido, poseído, dominado yyyyy vigilado, evitar que se metamorfosee en bruja, por lo que se establecen estados de sitio para transitar aciertas horas y en ciertos lugares, se prohíben derechos, se imponen formas de vestir, de caminar y hablar, de vivir y amar, y las que no respetan estas normas se las discrimina, se las encarcela, se las viola, tortura y mata, pero ahora con permiso social, por desobedientes.
Mientras tanto, la sociedad (hombres y mujeres), había armado a los hombres no solo con pistolas o dagas, los hombres siempre andaban y todavía andan armados contra el riesgo de que las brujas dejen de ser mito, dejen de estar en las esquinas, grietas y recovecos de la realidad, que proliferen, son entes que despiertan el miedo, que en noches inquietas de temor causan insominio, los hombres están armados en las palabras, las creencias, los mitos, las costumbres, las leyes, en el trabajo, en la economía, en el uso legítimo de la violencia, en la cultura, en la salud, en la educación, en la política, etc. mientras que a las mujeres por el contrario, no solo andaban desarmadas, se las había dejado en estado de total vulnerabilidad, sin derechos, sin reconocimiento, sin respeto, en la dependencia y a disposición de quien tiene el poder y las armas, solo se las respetaba en cierto grado si asumían su rol de servicio erótico o materno. Y aunque hoy en día muchas cosas han cambiado y mejorado otras siguen estando igual o han empeorado, los hombres andan armados y ellos mismos son armas letales tanto en su cuerpo como en su mente, andan armados contra las mujeres, también contra otros hombres, pero sobre todo para evitar el surgimiento de las brujas que no se conforman con ser mujeres y quieren volar, pero hay mujeres a las que les prestan las armas no para defenderse sino para agredir a otras mujeres, a si mismas y a las brujas, estas mujeres andan con armas prestadas.
Hay un manual en la mente de las personas que determina y advierte observar cuando las mujeres empiezan a ser brujas o empiezan a transformarse, el manual dice, poner atención en los siguientes puntos, para poder reconocer a una mujer que empieza la metamorfosis hacia su nueva existencia como bruja, o reconocer a la que ya lo es:
Cuando dejan de ser objetos eróticos, dejando de lado los instrumentos de tortura que alteran su cuerpo, su tiempo y sus emociones para embellecer y complacer a los demás.
Se responsabilizan de sí mismas, para tener tiempo para el ocio, la recreación, el esparcimiento, la exploración y la inventiva.
No limitan el movimiento o la forma de su cuerpo, su cuerpo se vuelve inquieto, antiestético, amorfo, cambiante, transformador, independiente, móvil, vagabundo, explorador.
Cuando no aceptan ser protegidas y se protegen a sí mismas.
Cuando asumen y ejercen acciones de liderazgo, iniciativa y proposición.
Cuando transitan, permanecen y ocupan espacios en estado de sitio o transitan solas sin necesidad de compañía.
Cuando no permiten la violencia hacia su vida y la confrontan.
Cuando trabajan y son independientes.
Cuando se enamoran, comparten su vida, pero no se pierde, no dejan de ser su propio centro.
Las brujas no piden permiso para ir o estar en algún lugar, no hacen actividades que no les corresponden y les quitan su tiempo para estar con otras brujas en aquelarre, no traicionan a sus congéneres brujas.
Las que exploran, que viajan, que no tienen miedo a lo nuevo, las que se transforman y transforman su entorno.
Las que deciden no tener compañero, las que deciden no tener hijos, las que tiene una orientación sexual o identidad diferente, las que deciden criar hijos solas, las que deciden criar hijos con un compañero asumiendo el 50% de la responsabilidad del maternaje, las que construyen el conocimiento, las que transforman la sociedad, las que son para sus hijos ejemplo de amor propio, de liderazgo, compromiso, de vida, de lucha, de transformación y autonomía, las que se aferran a volar.
Pero entre más radical la metamorfosis, la permisividad de la violencia sobre las brujas se va haciendo más justificable, cuando en una bruja no se percibe ningún signo del género femenino, la bruja se vuelve más amenazante y por lo tanto las acciones violentas pueden ser más radicales y fuertes, no solo hacia ellas, sino también que se desencadene una ola desesperada de violencia hacia cualquier mujer, en un intento de patadas de ahogado por mantener en pie la identidad machista y los pilares del falocentrismo.
La bruja se convierte en una criminal y antisocial, lo cual es una justificación para penalizar legítimamente su linchamiento, ser mujer es estar propensa a ser agredida, pero ser bruja es ser el blanco de las agresiones, es ser condenada a la destrucción, a la negligencia, al ser ignorada o asesinada, no nombrada, inexistente, omitida, desaparecida, a una mujer se la trata de mantener vulnerable y a una bruja de vulnerarla.
Pero que es ser bruja, como es una bruja, se puede decir que bruja es toda aquella que trasgrede las normas y parámetros establecidos, su vida y su cuerpo no tienen una forma definida, sus acciones son indescifrables por ser innombrables, las brujas son las no nombradas, las que no existen, porque las que se hacen visibles entre las penumbras son ignoradas en el limbo, el vacío, la nada, y las que llaman la atención son masacradas, pero las brujas constantemente luchan por ser nombradas, y al ser nombradas, existir fuera de la obscuridad y también dentro de ella, son las que emergen del caos y lo gestan, hacen que el caos vuelva a nuestras vidas, las enamore, hacen que las jerarquías, el control y las normas se derrumben, corren todo el tiempo tras el horizonte de la sabiduría alcanzándola y tocándola con la punta de sus dedos sin atraparla, la dejan ir y nuevamente la tocan, caen en un letargo de hedonismo y placer, de gozosa inconformidad, de placentero cuestionamiento.
Hoy la cacería de brujas va contra toda aquella sospechosa, que muestre pequeños indicios de transgresión, o simplemente por el hecho de ser mujer ya puede ser catalogada como una potencial bruja, y entonces ser violada y asesinada. Hoy se percibe un miedo generalizado en el ambiente, miedo a que las brujas emerjan desde la obscuridad y las penumbras, miedo a que despierten y se liberen de sus telarañas, vuelen mas allá de donde están paradas, hechicen con sus palabras y sus acciones, lancen juntas y unidas en aquelarre conjuros de dignidad. Hay brujas que nacieron siéndolo, sus padres ya no quisieron tener un mujer como hija, entonces nacieron brujas, otras eran mujeres que luego se convirtieron en brujas, hay quien es transgresora y empieza a metarmorfosearse, pero todavía siente miedo, culpa o andan caminando sigilosa, otras que casi se han transformado y caminan con paso firme aprendiendo a serlo, y hay otras brujas conscientes de que lo son y están orgullosas y felices, que saben que es un riesgo ser bruja, pero que vale la pena correr ese riesgo, en su andar por la vida experimentado, abriendo portales y dimensiones y viajando por otros lares, hay quien quisiera ser bruja y no se atreve, pero toda osadía y atrevimiento es un riesgo, y eso es seguro. Pero cabe hacerles la siguiente pregunta ¿alguien de ustedes ha visto alguna vez una bruja deambulando por ahí, volando, han hablado con ella? ¿Qué les ha causado conocer a una bruja, miedo, aversión, admiración, curiosidad, apatía, empatía? o ¿han visto brujas potenciales casi al punto de una metamorfosis? ¿Alguna de ustedes ha visto aparecer frente al espejo la silueta de una? ¿Creen que existan muchas brujas o proliferen más al punto de un colapso social? ¿Han visto el linchamiento de una bruja, o cuántos linchamientos de mujeres han visto en la búsqueda desesperada por capturar una bruja? ¿La bruja los ha llevado a su obscuridad o ha saltado fuera de ella?
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LA B R U J A . . . . . . . . y LOCAAAAAAAAAAAAAAAAAA